La sorprendente conexión entre Julián Figueroa y Salma Hayek

Julián Figueroa y Salma Hayek tenían una sorprendente conexión que aún perdura, a pesar de la repentina muerte del hijo de Joan Sebastian y Maribel Guardia. Los artistas compartían un vínculo inesperado gracias a la herencia del Poeta del Pueblo.

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Se trata de la casa en la ciudad mexicana de Veracruz donde vivían los papás de Hayek y donde la actriz y productora y su hermano Sami pasaron sus primeros años.  

La propiedad fue adquirida en vida por Joan Sebastian, quien no logró cumplir con los sueños que tenía para ella.

En una entrevista con People en Español, el propio Julián Figueroa contó la historia de la propiedad y habló sobre la situación en la que estaba. 

“La realidad es que mi papá [Joan Sebastian] la compró ya en la ruina; la casa está abandonada y así la compró mi papá, abandonada, con la esperanza de, algún día, hacer algo más ahí, de convertirla en un restaurante o hacer una nueva casa sobre esa. Pero a mí me la heredó ya en el estado en que está ahorita”, indicó.

Aun así, Julián Figueroa aseguró en vida que había hecho un esfuerzo por mantenerla. “La he limpiado, he hecho un montón de cosas ahí, pero ahorita no tengo el capital para hacer un hotel o un restaurante ahí. No soy responsable [de la situación]. Mi papá me la regaló con mucho cariño pero no voy a descuidar la educación de mi hijo o la vida de mi hijo para restaurar una casa que no dejé en ese estado”, destacó.

Una casa y dos historias

Salma Hayek habla con mucho cariño de su infancia en la localidad de Coatzacoalcos, una hermosa palabra en  en náhuatl, que significa “lugar donde se esconde la serpiente”. Allí vivió hasta los 12 años de edad, cuando sus padres la mandaron a un internado en el estado de Louisiana. 

Tras la muerte de Julián Figueroa, este 9 de abril a consecuencia de un infarto, se ha especulado sobre el futuro de la propiedad y expertos legales entrevistados por la prensa mexicana han opinado que, a menos que él haya dispuesto lo contrario en un testamento, pasará a manos de su pequeño hijo Jose Julián, de apenas cinco años. 

Se desconoce si Julián Figueroa dejó su última voluntad legalizada, aunque sería algo inesperado, considerando que apenas tenía 27 años.

Aunque el tema del estado de la casa ha salido a relucir varias veces en los medios de comunicación mexicanos, hasta ahora Hayek no ha mostrado interés en recuperar la vivienda familiar. 

Sería lindo que la arreglara, aunque fuera para mostrarle a su hija Valentina dónde pasó sus primeros años.