El General: De la cima del reguetón a la paz del anonimato
El General ocupa el lugar del mayor honor en el panteón de los creadores del reguetón. Con éxitos que marcaron a la música para siempre, como “Tu Pum Pum” y “Te Ves Buena”, Edgardo Franco sentó las bases de lo que hoy es el género rey de la música urbana.
Sin embargo, a pesar de la omnipresencia del reguetón en las listas actuales de popularidad, su pionero vive lejos de los reflectores.
De Panamá a la Gran Manzana
Franco nació el 27 de septiembre de 1969 en la ciudad de Panamá. A los 12 años de edad, empezó a escribir canciones sobre la situación social de su barrio y sus propias vivencias. En esa época, el reggae llevado al país centroamericano, por los trabajadores del Caribe angloparlante que participaron en la construcción del Canal de Panamá, había conquistado a los jóvenes. Estos comenzaron a hacer sus propias composiciones, pero en español.
Fue ese el sonido que se llevó con él a Nueva York, donde fue a estudiar. Allí conoció al Michael Ellis. Juntos crearon el sonido que cambiaría al mundo en la empresa disquera New Creation Enterprises.
El General conquista el mundo
En Nueva York nacieron éxitos como “Tu Pum Pum”, “Te ves buena”, “Muévelo muévelo”, “El meneaíto” y muchos más.
A lo largo de sus 17 años de vida pública, Franco cosechó 32 discos de oro, 17 de platino, 12 premios Lo Nuestro, seis Billboard, un premio La Esperanza y 12 llaves de la ciudad, entre otras distinciones.
Su inesperado retiro
En 2004, El General sorprendió al mundo al anunciar su retiro del escenario. Inicialmente dijo que seguiría en el mundo artístico, pero no frente al micrófono. Franco produjo el año siguiente un disco que nunca salió de Anayka Fox. La artista fue su novia e hizo con ella la colaboración de “Rica y apretadita”.
Una de sus canciones de despedida fue “Ella tiene fuego” con Celia Cruz. Ese fue, de hecho, el último tema grabado por La Guarachera de América.
Para la prensa, El General tomó la decisión de abandonar los escenarios por un choque con el gobierno de Panamá. A consecuencia, le quitaron el pasaporte diplomático. Tenía ese reconocimiento por su labor llevando la música del país por el mundo.
“Yo soy embajador de Panamá con o sin pasaporte diplomático”, expresó en su momento.
El General da un cambio de 180 grados
En 2007, reveló que se había comprometido a predicar la religión evangélica. Se declaró miembro de los Testigos de Jehová.
El mismo General explicó su decisión en un video publicado en 2017.
En sus propias palabras:
“Tuve sueños de ser un cantante famoso. Pero llegó un momento en el que tuve que tomar decisiones drásticas. Me volví adicto a los aplausos. Sin embargo, al final, decidí volver a Jehová. Desde entonces, he encontrado la felicidad, y ese brillo se refleja no sólo en cámara sino con todas las personas“.
Una vida entregada a la religión
Aunque esporádicamente hace apariciones públicas y es reconocido por su contribución al reguetón y a la música latina. En los últimos años El General se ha dedicado principalmente a su fe y a su familia.
A pesar de su retiro, el legado de El General perdura. Sus temas siguen siendo parte de los sets de nostalgia en fiestas y clubes nocturnos. Su influencia en artistas actuales es palpable. Sin embargo, su regreso a la música parece improbable. Él mismo ha expresado que su llamado actual es servir de una manera diferente.