La historia del lanzador mexicano Octavio Becerra, jugador de la Clase-A con Rancho Cucamonga Quakes en la California League propiedad de los Dodgers de Los Ángeles, fue compartida recientemente en las redes sociales de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) a través de un video documental titulado “93 mph tacos”, filmado en Tepatitlán de Morelos, Jalisco, México.

El emotivo y motivador material audiovisual cuenta con entrevistas a la estrella jalisciense y a su entorno familiar, entre los que destacan su papá y mamá, quienes hablaron con mucho orgullo sobre los inicios de su hijo en el mundo del béisbol.

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Al iniciar el video, Becerra hace gala de la humildad que lo caracteriza presentándose como taquero y beisbolista. “Tenía como 13 años cuando empecé a trabajar (…) Yo estaba enfocado en otras cosas como la escuela y entrenar. Pero mi tío le dijo a mi mamá que yo quería trabajar y dije que ‘estaba bien'”, recordó. “Me sentía a gusto porque era por mi familia (…) Trabajaba en la noche y estudiaba en la mañana y entrenaba en las tardes. Al principio batallaba porque me cansaba pero después ya aguantaba”.

Becerra, de 21 años de edad, comentó que trabajar en la taquería junto a su tío le ayudó mucho con la disciplina, la puntualidad y el respeto por la gente. Asimismo hizo una analogía entre el béisbol y picar la carne para los tacos.

“Siempre hay que buscar la manera de hacer las cosas un poquito más fáciles. No solamente picar y picar, hay que  hallar una línea para que rinda más y no sea tan complicado. Lo mismo con el béisbol siempre tratar de buscar la forma de mejorar pero pensando las cosas, no solamente ver si nos sale, hay que tener un plan”.

Durante el documental, su papá Felipe mostró a la cámara fotos de su hijo cuando apenas era un niño y ya cargaba un bate y una pelota. “Ya traía su bate allí quebrando los focos y todos los adornos de su mamá”, comentó Felipe entre risas mientras veía las imágenes.

Octavio Becerra

@RielerosDeAgs / Twitter

Por su parte, su madre Karla agregó que Octavio siempre andaba con su bate y guante. “Ese era su mundo: el bate, el guante, jugar y correr. Lanzaba, se barría y se raspaba las rodillas. Pero no importaba. Él tenía que hacer lo que pensaba”.

Una  de las cosas que ayudó a Becerra a alcanzar su sueño de hacer una carrera en la MLB fue el cuidado que le dieron sus padres desde muy pequeño.

“Yo lo llevaba a partidos y torneos y lo más que lo dejábamos eran 40 ó 50 lanzamientos y los sacábamos. La gente se enojaba con uno que ‘a poco se te va a acabar’. Teníamos que cuidarlo más que nada (…) Ya ahorita la gente me da halagos que lo supe cuidar porque aquí han habido muchos chamacos con mucho talento pero los papás los dejan que lancen sábado, domingo, entre semana. Y en un mes, dos meses, le tronaron su brazo y ya no pudieron seguir su carrera”, aseguró Felipe. 

Dale un vistazo al documental completo de Becerra acá abajo: