¿Ya estás preparado para la Nochebuena? Yo ya estoy pensando en la manera de escaparme, no porque no quiera ver a mis seres queridos, sino porque puede llegar a ser bastante caótico con tanta familia junta. Sin embargo, sigue siendo una de nuestras épocas favoritas del año, y estamos ansiosos por celebrar con nuestros allegados.

Aquí tienes cinco cosas que sólo se ven en una fiesta de sala navideña latina.

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Niños por todas partes, cargados de azúcar

Los niños de nuestra familia son siempre los más emocionados. Tienen motivos para estarlo, ya que lo más probable es que beban y coman alimentos cargados de azúcar durante todo el día. ¿Y cómo decirles que no? Después de todo, es un momento para todos celebrar. Además que necesitamos que se queden despiertos hasta medianoche para abrir sus regalos.

Tu prima estilosa con gafas de sol y cara de que todo le molesta

Siempre hay un miembro de la familia que juzga a todos los demás. Seguro que tenían planes en otro lado, pero como los latinos somos tan tradicionales y estrictos, la familia siempre está primero.

Un desfile de moda de todas las edades

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No es extraño que los latinos se vistan para impresionar durante las fiestas navideñas. Nuestras tías y tíos se visten con sus mejores trajes tradicionales, mientras que los jóvenes de entre 20 y 30 años de edad lucen los looks más trendy. Los niños también están estrenando ropa con el pelo bien peinado. ¡Pero que ni se les ocurra ensuciarse antes de la medianoche!

Todo tipo de alimentos y bebidas en cantidad excesiva

Los latinos no huyen de sus alimentos favoritos. Una de las cosas que esperamos con ansias es ese bufé de platos que todos hemos cocinado. Tamales, birria, pozole, menudo… sea cuál sea tu plato favorito, lo más probable es que esté en la mesa. ¡Y qué decir de las bebidas calientes! ¡Un champurrado, por favor!

Los interrogatorios anuales de las tías

Las tías deben enterarse de tu vida personal. ¿No trajiste a tu pareja del año pasado? Te preguntarán por qué. ¿Aún no te has casado? Te preguntarán por qué. ¿No has comido suficiente? Te insistirán en que comas otro bocado. Es casi como si tus padres estuvieran involucrados en darles preguntas preseleccionadas que han querido hacerte todo el año.

Pero así es nuestra familia, ¡y no la cambiaríamos por nada en el mundo!