El Pastor Belga Malinois es una de las razas más impresionantes del mundo canino: inteligente, leal, atlética y valiente. Por eso lo ves en películas, en equipos de rescate, con la policía o incluso en el ejército. Pero detrás de esa imagen de “superperro” hay algo que muchos no saben: no es un perro para cualquiera.

– Tiene una energía casi ilimitada: el Malinois no se conforma con un paseo al parque. Necesita correr, entrenar, saltar, pensar y trabajar todos los días. Si no se le da suficiente actividad física y mental, se aburre… y cuando un Malinois se aburre, destruye. 

– Es un perro de trabajo, no de sofá: fue criado para obedecer, proteger y actuar. Esto significa que su instinto siempre está “encendido”. Si no tiene una tarea que cumplir, puede desarrollar comportamientos difíciles de manejar.

Requiere un líder con experiencia: no basta con quererlo; necesita un dueño firme, constante y seguro. El Malinois detecta rápidamente si su humano no pone límites, y entonces toma el control de la situación.

No es ideal para dueños primerizos: su inteligencia y energía son un reto incluso para adiestradores experimentados. Entrenarlo mal o no canalizar su energía puede convertirlo en un perro ansioso o agresivo.

Pero en las manos correctas… es un compañero increíble: protector, cariñoso, leal y con una capacidad de aprendizaje impresionante.

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El Pastor Belga Malinois no es solo un perro bonito ni un “security dog” de moda. Es un atleta canino, un soldado, un compañero que necesita propósito. Si estás listo para igualar su energía, disciplina y compromiso, entonces tendrás al mejor amigo que podrías imaginar.