En el mundo de los perros existen razas que llaman la atención por su pelaje, pero también aquellas que sorprenden precisamente por no tenerlo. El viringo peruano y el xoloitzcuintle mexicano son los representantes más icónicos de los canes sin pelo en América Latina. Aunque a simple vista puedan parecerse, cada uno tiene matices, historia y carácter que lo hacen único.

Orígenes ancestrales

Viringo peruano: también conocido como perro sin pelo del Perú, está profundamente ligado a las culturas preincaicas. Cerámicas mochicas y chimú muestran su figura estilizada y se les asociaba con la protección del hogar y cualidades curativas, especialmente frente a dolencias como el reumatismo o el asma.

Xoloitzcuintle: originario de México, su nombre proviene del dios Xólotl y de la palabra náhuatl itzcuintli (perro). Era considerado un guardián espiritual, acompañando a las almas en su viaje al Mictlán, el inframundo. Para muchas culturas mesoamericanas, este perro no era solo compañía, sino un guía sagrado.

Apariencia: parecidos que engañan

El viringo suele ser más esbelto, con patas largas y cuerpo ligero, lo que le da un aire atlético y ágil. Su piel va del marrón oscuro al rosado moteado, a veces con mechones de pelo en la cabeza, la cola o las patas.

El xolo, en cambio, tiene una constitución más robusta, con músculos marcados y una presencia imponente. Su piel, mayormente gris oscuro o negra, le otorga un aspecto elegante y solemne. Al igual que el viringo, puede presentar mechones de pelo, sobre todo en la cabeza.

Temperamento

Viringo: Es vivaz, juguetón y curioso. Se apega rápido a la familia y es muy sensible, por lo que necesita un trato cariñoso. También es territorial y buen guardián, aunque sin llegar a ser agresivo.

Xoloitzcuintle: Tiene un carácter más calmado y serio. Es leal, protector y reservado con extraños, lo que lo convierte en un excelente perro de compañía y guardián. Transmite serenidad y suele ser más paciente que el viringo.

Cuidados de la piel

Ambos comparten la misma característica: al no tener pelaje que los proteja, requieren cuidados especiales. La exposición solar directa puede dañar su piel, por lo que se recomienda protector solar canino y ropa ligera en climas intensos. Además, su piel necesita hidratación frecuente con cremas o aceites aptos para perros.

Embajadores

El viringo peruano y el xoloitzcuintle mexicano son como dos ramas de un mismo árbol: perros sin pelo con raíces antiguas y un vínculo espiritual con las culturas que los veneraron. El primero es ligero, inquieto y alegre; el segundo, robusto, tranquilo y guardián. Ambos, sin embargo, comparten una cualidad indiscutible: ser testigos vivos de la historia de América y embajadores de su identidad cultural.