Uno de los rasgos más importantes de nuestra cultura latina es el sincretismo, o la manera en la que hemos logrado compaginar la tradición indígena con la influencia del cristianismo. Esto se ve en nuestra arquitectura, en nuestras tradiciones y, por supuesto, en nuestras creencias.

Un ejemplo de ello es la celebración de la Virgen de Guadalupe, una aparición mariana de origen mexicano que transformó las faldas del cerro del Tepeyac en un lugar místico.

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¿Conoces su historia?

Todo empezó con un campesino Nahua llamado Juan Diego

María, la madre de Jesús, se apareció en cuatro ocasiones el indígena chichimeca Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac. La misma imagen se le presentó en una ocasión a Juan Bernardino, tío de Juan Diego. 

Los documentos históricos del Vaticano cuentan que, tras la primera aparición, la Virgen le pidió a Juan Diego que dijera al primer obispo de México, Juan de Zumárraga, que erigieran un templo en el cerro. 

Día de la Virgen de Guadalupe

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Zumárraga pidió una prueba de la aparición, y Juan Diego la comunicó a la Virgen en otra aparición. María le dijo que llevara en su ayate unas flores del cerro y las llevara al obispo. Al desplegarlas, dejó al descubierto la imagen de la Virgen María que hoy conocemos como Nuestra Señora de Guadalupe. 

Esta última aparición sucedió el 12 de diciembre, y desde entonces la fecha es inseparable de la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Una ferviente devoción

Desde la última aparición de la Virgen a Juan Diego, el misticismo que ya poseía el Tepeyac para los indígenas se combinó con la creencia cristiana.

De hecho, los franciscanos construyeron una ermita en el lugar para intentar llevar la creencia indígena hacia el simbolismo de la Iglesia.

Día de la Virgen de Guadalupe

 Getty Images

Después de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, la ermita fue remodelada y sentó las bases de la Basílica que es hoy en día.

Este 12 de diciembre millones de personas hacen la peregrinación hacia la Basílica para rendir homenaje a la Virgen. Es considerado uno de los espectáculos más hermosos de la fe y la devoción. 

Este año, se espera que atraiga a más de ocho millones de visitantes, ya que la Basílica ha estado cerrada debido a las restricciones del COVID-19.

Otros rituales

La Basílica está llena de tradiciones y generaciones de historia. Los danzantes aztecas bailan en la plaza, se hacen ofrendas y las personas comulgan en un momento único. De hecho, hay quienes se desplazan arrodillados hasta el altar para mostrar su gratitud y pedir milagros.

¿Conoces otros rituales? ¡Déjanos saber en los comentarios!