Después de tanto dolor, un atisbo de alivio está en el horizonte para los peruanos indígenas que sufrieron la violencia del grupo guerrillero Sendero Luminoso. 

Durante los años 80 y 90, Sendero Luminoso esclavizó, asesinó y desapareció a cientos de indígenas peruanos, en medio de su guerra violenta contra el gobierno peruano.

Loading the player...

Ahora, un taller de danza ayuda a los sobrevivientes a sanar, un movimiento a la vez.

Según reportó The Guardian, los participantes del programa Buenas Noticias “bailan para recordar y mostrar a sus seres queridos desaparecidos lo que ha estado ocurriendo en sus vidas.”

“Ahora siento que estoy olvidando lo que me pasó. Me siento tranquila, no hay demasiada preocupación”, dice Rivera Charete, de 63 años de edad, desde un gimnasio situado bajo un tejado de chapa ondulada en la ciudad selvática de Mazamari, a 240 kilómetros al noreste de la capital, Lima.

El programa es una iniciativa del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y busca ayudar a las mujeres a conectar con otras que sufrieron durante la insurgencia y permite a las más jóvenes comprender y apoyar a madres y abuelas.

Peru

Pixabay

“Tocar y abrazar a alguien, no es sólo afecto, es decir que estamos juntos”, dijo Mónica Silva, profesora asociada de artes escénicas en la Pontificia Universidad Católica de Lima que trabaja como coreógrafa en el programa.

“Los jóvenes nunca vivieron la violencia. Este momento es la oportunidad para que la madre hable de ello. No se trata solo del baile, sino de lo que pasa entre el baile”.

Los Asháninka fueron uno de los grupos indígenas que más sufrió en manos de Sendero Luminoso, junto a gran parte de las comunidades rurales peruanas, de las cuales hasta 50 son consideradas hoy en día desaparecidas.

Sanar y seguir adelante

“A pesar de las desapariciones, las vidas han continuado”, explicó la psicóloga Eva Esteban, de parte del Comité Internacional de la Cruz Roja. “Lo que quieren hacer con este baile es contar a sus seres queridos las buenas noticias que les han ocurrido a lo largo de su vida desde que desaparecieron”.

Aunque el duelo no es un proceso lineal, el taller Buenas Noticias es definitivamente un buen lugar para comenzar.